Hola mujeres
¿Cómo estáis? Yo aquí reflexionando un poquito sobre una sensación que quizás os ha pasado: La sensación de que todo te queda grande, que no sabes hacer las cosas, que te atascas y no ves la solución por ningún lado.
Esto es... Desborde emocional.
En estos días te apetece meterte debajo de la manta y no salir más. Todo pesa, todo cuesta, todo abruma y todo asusta.
Querer desaparecer y que el mundo pare...
Pero esto no es posible y tras el desborde, hay que seguir...
O parar y replantearse todo.
Y con replantearse todo me refiero a todo: el estilo de vida que estamos llevando, las metas que nos hemos impuesto (si son nuestras o nos las han impuesto desde fuera), la hiperexigencia que tenemos con nosotras mismas, las relaciones y las personas que nos rodean, si nos respetan, o no; las voces críticas que tenemos en la cabeza y que nos dicen que no somos suficiente o que no somos válidas...
Todo esto son señales de alarma que nos indican que pasa algo, que debemos hacer o dejar de hacer algo, que hay que cambiar, porque estar sobresaturada ni es sano ni es normal. Es decir, que esto nos pase puntualmente puede ser cuestión de "algo temporal", pero si esta sensación se repite a menudo, si vivimos así, algo no está funcionando.
Estudiando mucho sobre el tema, ayudando y escuchando a cientos de mujeres, me di cuenta que muchas vivían encerradas en vidas que supuestamente eligieron pero que en realidad escogieron porque "era lo que debían hacer", "es que pobrecito el otro"... Y se sacrificaban para que las demás personas estuvieran bien pero... ¿Qué había de ellas?
En estas vidas o no tenían motivación o vivían con demasiadas tareas para hacer, demasiados lugares a los que llegar para ser aceptadas, para pertenecer, para ser perfectas... Y claro, aparece el desborde emocional, la ansiedad, la apatía.
Sea como sea, lo que siempre veo son niñas interiores que sufren y piden salir y ser sanadas de sus heridas. Las más comunes son:
- La niña que se siente inútil.
- La niña complaciente.
- La saboteadora.
La niña que se siente inútil
Si esta niña vive en ti es probable que tu herida sea haber crecido en una casa cuya madre o padre no te dejaban avanzar. Siempre ellos hacían las cosas que te correspondían a ti, impidiendo que te desarrollaras y viera cuáles eran tus habilidades, o enfrentándose a problemas que te ayudaran a desarrollar sus propias estrategias, o quizás te faltó que tus padres te dieran estrategias para la vida. En lugar de esto, estos padres hicieron las cosas por ti, o te criticaron cuando hacías cosas, porque ellos son los que sabían todo y era mejor que lo hicieran ellos a que lo hicieras tú. En tu vida actual, te sientes inútil, te des cuenta o no, y en tu día a día intentas hacer las cosas sola y perfectas, o pides ayuda y crees que no sabes hacer nada. Puede que hagas ambas conductas. Cuando algo te sale mal, te deprimes y sientes que no vales nada.
La complaciente
Si reina esta niña interna en tu interior, es muy probable que dejes tu vida por todo el mundo. Seguramente has crecido en una casa donde tus padres (ambos o uno de los dos), se ponían tristes o se enfadaban o decepcionaban si no te comportabas o eras como ellos necesitaban que fueras. En lugar de aceptarte tal cual eras y ver la luz que había en ti, querían construir la niña que tenían en sus cabezas que tenías que ser. La única forma de ser vista era siendo lo que ellos esperaban, la única forma de que tus padres, quienes tenían que cuidarte y protegerte no se deprimieran, era leyendo sus estados emocionales y modificando tu comportamiento para que ellos fueran felices. En la actualidad vives nerviosa mirando cómo están los demás, con miedo a que se enfaden o depriman, dejando de lado tu propia vida para que tus parejas o amigas no se enfaden contigo o se alejen.
La saboteadora
Esta parte no es una niña, sino una voz interiorizada o creada para protegerte. Si la saboteadora vive en ti, es probable que vivieras en una casa donde los éxitos y/o la felicidad no eran bien vistos. La saboteadora hace que por mucho que te esfuerces o por muchas oportunidades que te dé la vida, siempre acaben mal. Esta parte es la voz de esa madre que te mira con recelo cuando vas a superarla, o que se deprime porque eres más joven que ella, o que te hace ese comentario dañino cuando consigues algo. Otra opción es que la saboteadora te sabotee para no decepcionar a mamá o papá, para no hacerles daño y que no te retiren su amor. Cree que todo es debido a la suerte, o que cuando algo sale bien, va a llegar una desgracia. En tu interior como adulta crees que no mereces las cosas que consigues, o peor, que ni siquiera las consigues porque vales mucho.
¿Qué parte te domina a ti? ¿Tienes alguna de las 3 o las 3 al mismo tiempo?
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