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Foto del escritorSara Sarmiento

¿No quiero esto en mi vida o es que me da vergüenza hacerlo? 6 pasos para descubrirlo.




Hola mujeres,


Hoy quiero hablaros de la diferencia entre no estar preparada o no desear algo, porque no "nos vibra" y el autoengaño de no hacerlo porque nos da vergüenza, es decir, que nos "escabullimos" y nos autolimitamos.


Parece complicado distinguir entre el autocuidado y el librarnos de algo para no enfrentarlo, porque solemos usar los mismos argumentos: "estoy cansada", "necesito cuidarme", "no me gusta esto", "es una chorrada"...


Entonces... ¿Realmente me estoy cuidando o lo que pasa es que me da vergüenza y me boicoteo? Hoy te doy unas claves para diferenciarlo.


Recuerda que como siempre, cada una tendrá que hacer un pequeño trabajo personal para ver lo que más se aproxima a ella. Ya sabéis: Tenemos que pasar de la teoría genérica a lo individual, a lo que pasó en nuestra historia.


Clave 1: El verdadero autocuidado


Para mí el verdadero autocuidado se distingue:


  1. Porque realmente ninguna de tuspartes interiores* se siente atraída por "eso", o porque se siente atraída pero entiende que aunque lo quiere, no es lo que necesita, por ejemplo, volver con ese ex.

  2. Porque la mente lo quiere pero cuando el cuerpo lo prueba, no es para él. Recuerda que no podemos vivir solo desde la mente. Por ejemplo: Quieres hacer puenting pero lo pruebas y te das cuenta que era solo por seguir una moda, que realmente lo pasas mal y no lo necesitas.

  3. El cuerpo se acomoda pero la mente sabe que no es bueno, o viceversa. Un ejemplo es la pereza en ir al gym, pero que muchas veces tiramos de mente porque sabemos que es bueno. Es decir, el placer a corto plazo es sustituido por la recompensa más grande pero que demora más en el tiempo. Esto no hay que confudirlo con no ir porque estás cansada.

*(Tienes info sobre ellas en mi ig, tiktok o en el círculo)


Clave 2: Aceptar que no le puedes gustar a todo el mundo


Las claves que vienen después nos ayudarán a contextualizar, pero en este punto quiero ayudarte a diferenciar algo que también es fundamental y que debe ser tu punto de partida: No podemos obligar a la gente a validarnos ni a que les guste lo que hacemos, lo máximo que podemos pedir es respeto. También hay que entender que mucha gente no querrá que hagamos ciertas cosas por desconocimiento, miedo, o porque nos quieren cuidar (Otros no son tan buenos...)


Ejercicio para sanar este punto: intenta explicarles a las personas que quieres el porqué es importante para ti, qué es exactamente, cómo te cambia la vida y cómo te ayuda, etc., si siguen sin entederlo, no te quedará otra que aceptarlo, pasar el duelo y decidir qué quieres hacer con ello.


Clave 3. Conocer la verdadera función de la vergüenza para dejar de machacarte por sentirla:


Ahora sí, vamos a meternos con la vergüenza...


La vergüenza es una emoción incómoda, pero en principio no es mala. Su función es protegernos de conductas "erróneas" que la sociedad ha rechazado. Bien usada, la vergüenza es una alerta que nos activa a dejar de hacer algo para pertenecer al grupo o cuidar a otras personas. Si está bien usada, se activará en situaciones donde "ese algo" puede ser dañino para nosotras o para otros.


Yo sigo pensando que es mejor explicar algo que no se debe hacer sin que la otra persona pase vergüenza, pero no siempre es posible. Sin embargo, quiero enfatizar que el problema no es la vergüenza per sé, el problema es cuando se usa mal (y con casi todas la han usado mal).


¿Qué es usar mal la vergüenza?


Es ser cruel, humillar, nacer en un grupo que es muy restrictivo y muy exigente a la hora de pertenecer, con reglas extrictas y sin sentido, que minan la libertad del inividuo sin que esa libertad estuviera dañando.


Es hacer sentir a una niña que es mala o pervertida por explorar su sexualidad infantil, que nada tiene que ver con la genitalidad adulta ni con su fin (para el psicoanálisis sexualidad es equivalente a la búsqueda de placer, fin de la historia). O es ridiculizar a una niña que canta o baila feliz, reírse de ella, decirle que no llegará a nada. O reírse del cuerpo de una persona.


¿Te suena? A tu niña interna también, y la vergüenza quiere protegerte de ello.


Ejercicio para sanar este punto:


Pregúntate:


Esto que quiero hacer... ¿Me daña o daña a alguien más? Si la respuesta es no, adelante*

¿Mejora mi vida, la empeora o la deja igual? Si la respuesta es mejora tu vida... ¡Adelante!


* Cuidado, algunas personas se mostrarán "dañadas" por ser tú misma, por crecer y buscar tu camino. Esas personas son las que deben trabajarse ese dolor. Tú puedes ser cariñosa y comprensiva, pero no frenar tu vida por ellas.



Clave 4. La vergüenza como señal:


No sé si he leído este término en algún lado o me lo acabo de inventar, pero creo que es muy descriptivo. La vergüenza como señal es una alerta para NO salir de tu rol establecido, de ese que te otorgaron en la sociedad, tu familia, tu cole. Ese rol del que deseas salir para ser alguien diferente, pero no te atreves porque se van a reír de ti, porque te van a juzgar. Esta vergüenza te intenta proteger de la herida de humillación y de la herida de abandono, pero necesitas dar un paso al frente y hacerlo aunque te dé vergüenza, porque ya nadie te va a abandonar, y si te intentan humillar, ahora eres una adulta que puede tomar decisiones, ya no eres una niña que queda atrapada.


Piensa una cosa: Esa vergüenza está creada para no ser rechazada, pero ahora, de adulta, tú tienes que dejar salir a la verdadera mujer que eres y buscar los espacios donde sentirte segura, en lugar de seguir peleando para que te acepten las personas que necesitan que seas como ellos desean para darte amor.


Además solo tienes esta vida y necesitas vivirla bien.

¿Por qué no puedes salir a veces de esa vergüenza? Porque las heridas de la infancia paralizan a todos los niveles, incluso al nivel corporal, al sistema nervioso, que siente que vuelve al pasado y está en peligro. Pero con un espacio seguro como el que creamos en nuestro círculo, nuestras terapias o nuestro retiro, donde hay personas que no te van a juzgar, donde hay otras mujeres como tú que también están sintiendo vergüenza pero que se van atraviendo, poco a poco irás atraviéndote y sintiéndote más libre, dándole por fin ese espacio a tu niña interior para vivir y ser como desea, activando tu poder salvaje para que juntas, niña y mujer, digan: Aquí estoy, esta soy yo, y soy imparable.


Ejercicio para sanar este punto: Observa a las personas que envidias o admiras, las cosas en las que te fijas en general y pregúntante: ¿Por qué yo no puedo hacer eso?


Querida, tu rol te hizo pertenecer en el pasado, pero la gente que te quiere aceptará tu nuevo yo, y la que no, plantéate si quieres que siga en tu vida alguien que solo te acepta si eres tal cual esa persona desea.


Clave 5: Protección que no es vergüenza:


Hay otra sensación que no es vergüenza, sino protección. Es la niña que te dice: no estoy preparada, tengo miedo. Hay que tener cuidado con esta sensación, pues aunque normalmente esta sí es autocuidado, si se repite muy frecuentemente, necesitas trabajar y ayudar a tu niña a dar pasos aunque le dé miedo. ¿Cómo se hace esto? Poco a poco, como haríamos con una niña pequeña de verdad. Recuerda que en tu mundo interior hay zonas que quedaron ancladas a miedos infantiles. A nadie se le ocurriría soltar a una niña al abismo. Hay que ayudarla a crecer.


Ejercicio para sanar este punto: Conecta con tu mujer salvaje y pídele que le dé la mano a la niña, avanzad juntas. O pídele a las mujeres de tu grupo, esas mujeres medicina que vamos encontrando, que te ayuden, que lo hagan contigo. Una pareja, amigos, etc., que te respeten también pueden ser buenos impulsores. Lo importante es tener un ambiente de seguridad que confíe en tus capacidades, que te den la mano, que te escuchen, que te miren con ojos diferentes, para que puedas crear una mirada distinta de la que te dieron en el pasado que eras.


La idea es empezar de su mano para poco a poco ir soltánadola y hacerlo tú misma.

También puedes utilizar los recursos que te brindamos en La Guarida y el Círculo para bajar la ansiedad y poder hacer eso que necesitas, aunque siempre es mejor en grupo, porque precisamente una de las cosas que más les suele doler a las niñas es hacer las cosas solas, resolver su vida sin ayuda. Pero recuerda: Todo lo que hagas, hazlo tu ritmo.


Nota muy importante: Sé que muchas veces os han dicho que, cuando alguien os ayuda frente a un miedo, en realidad os está mandando un mensaje inconsciente (ICC) de "no me fio de ti, tú sola no puedes". Esto es cierto y no. El mensaje que te manda depende de tu historia. Si has sido una niña sobreprotegida y tus padres, pareja, etc., hacen exactamente eso mismo: "yo voy contigo que sola no puedes", este es el mensaje que el ICC vuelve a recibir, reforzando la herida previa. Pero si lo que has vivido es una situación de "hazlo todo tú sola", como en el arquetipo de la niña que no pudo ser niña (en el círculo tenéis una clase entera donde vemos las diferentes niñas interiores), el mensaje que recibe tu ICC es muy diferente "no querida, no tienes que hacerlo tú sola, ya puedes descansar, puedes ser vulnerable porque yo estoy aquí y te ayudo".


Clave 6: Vergüenza interiorizada


Esta vergüenza vuelve a estar relacionada con la herida de humillación, pero en este caso no se activa para evitar la conducta, sino que es una escena interna que ha quedado guardada en tu interior, y también está relacionada con cómo los miembros de tu familia se llevaban consigo mismos, esto es, alianzas inconscientes.


- Sara querida, esto me suena a chino, no me entero...


Te explico: Imagina que de niña tus papás te ridiculizaban y tu niña sentía vergüenza. O que tu mamá sentía vergüenza de sí misma como mujer. O que a la familia le daban vergüenza ciertas cosas.


Todo esto pasa a tu mundo interior como una forma de estar en el mundo, como "lo bueno y lo malo", como "lo que hay que ser o hacer". En tu ICC queda guardado que ciertas conductas, vestimentas, formas de ser, etc., son malas, vergonzosas, necesario no hacerlas nunca. Estas voces, estas vergüenzas, no son tuyas, sino que las has incorporado por aprendizaje, por identificación, inconsciente o consiente. Necesitan un proceso de deconstrucción.


Ejercicio para sanar este punto: Cuando aparezcan estas voces, preguntate:

  • ¿Por qué esto debería ser así?

  • ¿Hay otras formas de ser?

  • ¿Dónde lo aprendí?



Como veis gran parte del problema viene de las heridas de la infancia y de que la niña vuelve a asustarse, pero tu mujer salvaje sabe que es por ahí y si no lo sabe, se arriesga, al menos, a ir probando para acabar sabiendo si es o no es.


Y bueno mujeres, creo que en este recurso ya os he dado varias pautas para vivir mejor y poder liberaros de las cadenas.


Besos,

Sara


Este texto es un extracto del primer paso del círculo DE NIÑA HERIDA A MUJER SALVAJE", donde conoceremos y aprenderemos a maternar a nuestra niña, así como iremos dándole fuerza a nuestro poder ancestral. Esta nueva edición está mejorada, ampliando el trabajo con la niña interior.


Clicka encima de la foto para más info:




Último consejo: Si es vergüenza, tírate a la piscina y hazlo, no te arrepentirás. Empieza en un lugar seguro. Si es protección, escúchate y mira qué necesitas. A veces será hacerlo y otras no forzarte, todo está bien.
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